LOS MITOS (ΜΥΘΟΣ) Y EL MUNDO ACTUAL

Con frecuencia se utiliza el vocablo «mito» dándole un sentido de falsedad y de engaño (“esto es un mito, no hay que creerlo”). O bien se usa para referirse a alguien que ha alcanzado un puesto social alto y es admirado (“en su época, los Beatles fueron un mito y para muchos lo siguen siendo”). Pero originalmente, el concepto de «mito» tenía otro sentido que, a menudo, me gusta recuperar porque justamente es lo que necesitamos en el Occidente actual. 

«Mitos» se relaciona con la raíz lingüística arcaica ·mn (μν) que dio lugar a los términos griegos μύηση,iniciación, μυστήριο, misterio, etc.

La palabra «mito» significaba algo así como «camino a seguir», «modelo trascendente al que copiar». Según Homero, un mito no es solamente una fábula, sino que es el logos mismo, es un consejo o propuesta a seguir, y también le daba el sentido de opinión reflexionada.

Según Heródoto, otro autor pilar de nuestra cultura, el mito corresponde exactamente a la narrativa religiosa que explica el mundo y que existió desde antes de la aparición de la narrativa histórica. Por tanto, el mito es el espacio en el que lo divino y lo humano se funden en un sentido de realidad.

Según Aristóteles, el mito corresponde a la “trama de toda tragedia”, entendiendo que para los griegos clásicos, y a pesar de los muchos cambios que hubo en 2.500 años, la tragedia es el espacio donde el mito se funde con la acción, donde la palabra se convierte en acto.

Por tanto, en su sentido original (que se mantuvo por más siglos de los que está durando el mundo cristiano y muchos más de los que tiene nuestra cultura tecnológica actual), el mito era el camino trascendente a seguir, era un modelo real al que tomar de referente para llevar una vida con sentido.

¿Cuáles son, en este sentido, los mitos actuales? Dejo la respuesta en vuestras manos y mentes.

Can Benet Vives

7 de octubre, 2019